Más allá de las etiquetas, lo cierto es que en la actualidad, en muchas organizaciones están coincidiendo generaciones de colaboradores con edades, perfiles y habilidades muy distintas. La principal diferencia entre estos grupos suele estar dada por la relación con la tecnología, lo que se traduce en un mindset más vinculado con los entornos digitales en la generaciones de los llamados “nativos digitales”.

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No obstante lo relevante que es el driver de la digitalización, las organizaciones requieren de distintos perfiles y los profesionales senior tienen un rol clave que jugar. Así, las personas de mayor edad tienen a su favor una mayor experiencia y aprendizajes, a partir de lo vivenciado -por ejemplo- en los ciclos positivos y negativos de las organizaciones.

" Se puede generar una muy buena compatibilidad entre los talentos jóvenes, deseosos de aprender y estos profesionales senior, que tienen disposición a compartir su experiencia "

Por otro lado, en el ámbito de las relaciones interpersonales, las personas más experimentadas tienden a relacionarse en forma más fluida con otros. En la misma línea, suelen mostrar mayor disposición a compartir y construir conocimiento en forma colaborativa. En este sentido, se puede generar una muy buena compatibilidad entre los talentos jóvenes, deseosos de aprender y estos profesionales senior, que tienen disposición a compartir su experiencia.

Esta combinación de estilos, habilidades e intereses son muy relevantes hoy en día en las organizaciones. Por supuesto, esta valiosa diversidad no está dada solo por la edad, sino también por los backgrounds culturales, la formación profesional, la experiencia, etc.

A lo dicho debemos sumar el hecho de que los adultos mayores de la actualidad están mostrando un creciente interés por mantenerse más activos y vigentes laboralmente. En este sentido los avances en medicina y tecnología han permitido aumentar la esperanza y calidad de vida en la edad avanzada. Esta realidad ha abierto nuevas posibilidades para este grupo etáreo. Definitivamente, hoy a los 60 años la mayoría de las personas están absolutamente vigentes, cognitiva y físicamente. El problema es que las leyes y el mindset no han cambiado, por lo que no pocas veces se tiende a invisibilizar el talento y potencial de quienes pasan las seis décadas. Sin embargo, fácilmente a esa edad uno podría estimar unos 20 años más de aporte al mercado laboral.

No debemos olvidar que la población chilena (y mundial) tiende a envejecer y en unos años más en las organizaciones habrá más personas sobre los 40 y 50 que bajo los 30. Entonces, debemos generar espacios para que estas personas puedan aportar con su experiencia y convivir con las nuevas generaciones. Definitivamente, el talento senior no puede perderse ni desperdiciarse y en ningún caso puede ser reemplazado por el ímpetu y energía de las nuevas generaciones; lo que se requiere en que sean compatibles.