El mundo laboral experimenta cambios importantes y las circunstancias de un año a otro son impredecibles. Y si bien las remuneraciones no han avanzado mucho, negociar un aumento de salario siempre está dentro de las prioridades de los trabajadores, y Robert Half propone los siguientes consejos para encarar este proceso:

Estudia el mercado

Si estás decidido a iniciar una negociación para lograr un aumento salarial, debes investigar el mercado para conocer el rango salarial en que te encuentras, según tu cargo y nivel de experiencia. Esto permitirá que visualices el número que establece un equilibrio entre lo que esperas ganar y tu valor que recibe alguien con tu perfil en el mercado.

Escucha lo que quiere tu jefe

Antes de definir lo que pretendes decir, cambia la perspectiva y prepara tu discurso en base a lo que tu jefe necesita. Averigua primero sobre sus objetivos, inquietudes, problemas y en base a la información que te entrega tendrás una visión de lo que quiere. Eso te ayudará a darle respuestas con soluciones concretas a lo que él busca y te ubicará en una posición donde serás parte de la solución a sus desafíos y será más fácil adaptar tu argumento para un aumento de sueldo.

Expone tus logros, no quejas

Existe la tendencia a plantear un aumento de sueldo exponiendo problemas. Eso es un error según los especialistas. En vez de hablar sobre los años que no recibes un aumento, el aumento del costo de la vida y otros argumentos que apelan a las emociones, la recomendación es mostrar el valor que representa tu gestión para la empresa. En la medida de lo posible, es bueno enumerar hitos y logros concretos en términos de costos, cantidad de clientes atendidos, ingresos generados o cualquier otro argumento medible, que sea irrefutable. Eso hace que tu posición en una negociación se vea fortalecida y que tu jefe al menos se cuestione que no puede darse el lujo de negarle un aumento de sueldo a un trabajador que ha hecho un aporte comprobable a la empresa.

Descubre tu valor sin compararte con los demás

Comparar tu sueldo con el de tus compañeros y basar tu posición en torno a eso es el primer paso para el fracaso. El asunto se trata de hablar de tu desempeño, de tus logros y del valor que aportas a la empresa.

El hecho de pertenecer a la empresa y que tu jefe conozca tu trabajo es una ventaja que debes aprovechar. Identificar la situación actual de la empresa también es un punto que debes considerar. Si la empresa pasa por un período de ajuste financiero o reducción de personal, es posible que no sea el mejor momento para hablar de un aumento. Sin embargo, si el momento que atraviesa la compañía es favorable y tu gestión tiene incidencia real en esto, podría ser un excelente momento para poner sobre la mesa tu reivindicación salarial.

Considera soluciones creativas

Si visualizas que la negociación salarial no va por el camino que esperabas o se estanca en algún punto, evalúa la opción de hablar sobre beneficios, flexibilidad horaria, aumentar el período de vacaciones o bonos.

Muchas veces la alternativa monetaria no está dentro de los planes de la empresa, pero existe mayor facilidad para obtener otro tipo de beneficios que pueden ser valiosos para ambas partes y permiten llegar a buen puerto en una negociación.

Nunca lleves la negociación a un ultimátum

En una negociación, el “no” es una posibilidad real. Por lo tanto, muéstrate abierto a que esa opción es parte de factores que no puedes controlar, pero que puedes llevar a un terreno que permita una revisión del tema más adelante.

Llevar la negociación al extremo puede provocar que el hilo se corte por lo más delgado y quedes en una posición de desprestigio y expuesto incluso a un despido.

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