Por Karina Perez
En estos días, me encontré con una columna escrita por Travis Bradberry, que se llama “Why attitude is more important than IQ”. Ya sólo el título me pareció interesante, puesto que pone en duda la “inteligencia” como garantía para el éxito y cumplimiento del sueño. En su lugar, Bradberry destaca la actitud con la que hacemos las cosas y enfrentamos los problemas, como una habilidad clave a la hora de medir nuestro desempeño y logros.
Las recomendaciones de Travis se basan en un estudio de Carol Dweck; ella es una investigadora líder en el campo de la motivación, y es profesora de psicología en la Universidad de Stanford. Dweck sostiene que las actitudes centrales de las personas caen en dos categorías: una mentalidad fija o una mentalidad de crecimiento.
Las personas con una mentalidad fija creen que son quienes son y no pueden hacer nada para cambiar. Por lo tanto, este grupo de personas, cuando se enfrentan a una situación que les requiere cambiar, se enfrentan a una gran ansiedad y se ven sobrepasadas en sus capacidades.
Por otro lado, las personas que tienen lo que Dweck llama, una mentalidad de crecimiento, piensan que pueden perfeccionarse con esfuerzo. Estas personas pueden incluso desenvolverse mejor que las personas con mentalidad fija que sean más inteligentes, puesto que pueden enfrentar mejor los desafíos, aprender de ellos y crecer.
En consecuencia, según este estudio, las habilidades de poder cambiar, aprender constantemente, tomar los desafíos como oportunidades, son clave a la hora de desarrollarnos en lo personal y lo profesional. Propuesta que me parece muy en línea con lo que llamamos habilidades clave de futuro, relacionadas con la continua capacidad de aprender y de cambiar en forma positiva para ajustarse a nuevos entornos y responder a desafíos emergentes. Un tema que estamos abordando en Robert Half con nuestros clientes y candidatos, acorde a los nuevos escenarios laborales.
Por lo tanto, no se trata de ser el más inteligente de la clase o del trabajo. Se tratar de lidiar mejor con el cambio, de esforzarse por aprender y de aprender de nuestros errores. Nuestra capacidad de cambio y de adaptación, nos harán capaces de enfrentar cualquier desafío, aprender y superar los obstáculos.
Es tiempo de aceptar y valorar el cambio como parte de una nueva era y de adoptar una estrategia que nos permita aprovechar las oportunidades en lugar de paralizarnos ante los nuevos desafíos.
¿Quieres recibir más contenidos como este?
Regístrese para recibir mensualmente nuestro newsletter que incluye artículos relacionados con desarrollo de carrera, reclutamiento de personas y mercado laboral.
* Karina Perez es Managing Director de Executive Search en Robert Half para los Países Bajos