Cuando se les pregunta si son felices en su trabajo, pocas personas afirman que son felices todo el día. El estrés cotidiano, las entregas de última hora, los proyectos difíciles y los exigentes desafíos, pueden afectar las emociones.

Pero un empleado que está frustrado porque las cosas no siempre salen bien, también puede ser feliz en su trabajo, siempre y cuando esta insatisfacción no se vuelva abrumadora en gran parte de la vida laboral. Entonces, ¿es la felicidad en el trabajo simplemente una emoción que ocurre en forma natural mientras los empleados están haciendo malabares con las responsabilidades diarias? ¿O es algo que se puede cultivar con un activo liderazgo en la empresa? Y si es así, ¿cuáles son los factores que pueden influir en esta felicidad?

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Definamos felicidad

En primer lugar, ayuda saber lo que realmente significa la felicidad en el contexto del lugar de trabajo. ¿Es esa sensación que experimentamos cuando un proyecto se concreta con éxito y recibimos una palmadita de nuestro gerente en la espalda? ¿O es más profundo y tiene que ver con factores que impulsan la moral, la productividad y el compromiso?

Según la doctora Christine Carter, miembro del Greater Good Science Center de la Universidad de California, en Estados Unidos, la gente usualmente confunde la felicidad en el trabajo (y en la vida) con pequeños momentos de gratificación. Ella dice que la felicidad realmente implica la capacidad de acceder a "una amplia gama de emociones positivas", incluyendo esperanza, optimismo, confianza, gratitud, inspiración y asombro.

Nic Marks, experto en felicidad de los empleados y CEO de Happiness Works, dice que se reduce a tres emociones positivas:

  • Entusiasmo: es el estado de alta energía que ayuda a las personas a crear y aprovechar oportunidades. También funciona para movilizar esfuerzos propios y de los demás.
  • Interés: esta es “energía enfocada" que ayuda a comprometernos con tareas que pueden ser desafiantes en el corto plazo, pero que tienen beneficios a mediano o largo plazo.
  • Satisfacción: esto se relaciona con la grata sensación que se experimenta al lograr algo importante, lo que genera mayor motivación para seguir realizando acciones para repetir ese éxito en el futuro.

Según un estudio encargado por Robert Half, varias investigaciones indican que las empresas exitosas tienen empleados felices y por ende son más comprometidos, leales y creativos que los menos satisfechos.

También tiene un papel importante en la productividad y la calidad del trabajo. De acuerdo con un estudio realizado por Horizons Workforce Consulting, casi dos tercios de los empleados felices informan que ponen esfuerzo extra en sus trabajos. Y una investigación publicada en el Journal of Applied Psychology muestra que los empleados con altos niveles de satisfacción en el trabajo son más propensos a ayudar a otros y son más cooperativos. También es importante destacar que la felicidad es buena para la salud, porque hay menos agotamiento y frustración crónica alrededor, por lo que las enfermedades y el ausentismo laboral bajan.

Sin embargo, muchas empresas ven la felicidad como un intangible "agradable de tener", pero no como una prioridad organizacional. Aunque no se puede obligar a los empleados a ser felices, o controlar todos los factores que contribuyen a la felicidad, todavía es posible crear las condiciones que ayudarán a promover la felicidad y la positividad en el trabajo.

Seis factores que influyen en la felicidad laboral

La felicidad es una experiencia individual y no existe una "fórmula mágica" que funcione para todos. Sin embargo, hay algunos factores universales que pueden beneficiar directamente la felicidad de los empleados. Para Robert Half “es hora de que todos trabajemos felices”:

  1. Ajuste adecuado entre el trabajo y la empresa: Cuando se contrata a personas que se ajustan bien con la cultura de trabajo, se adaptan con mayor facilidad y comienzan a hacer contribuciones sustantivas rápidamente. Por el contrario, un ajuste pobre puede bajar la moral de todo el equipo.
  2. Un sentido de empoderamiento: Empoderar al personal para que tome sus propias decisiones mejora la felicidad en el trabajo de varias maneras. Puede aumentar la confianza, hacer que se sientan más comprometidos, y los ayuda a desarrollar habilidades críticas que pueden utilizar para avanzar en sus carreras, y también a hacer contribuciones significativas en la empresa.
  3. Sentirse apreciado: Cuando usted muestra a su personal que aprecia su trabajo y dedicación, crea lealtad y un ambiente de trabajo positivo.
  4. Trabajo interesante y significativo: Los empleados que ven su trabajo como que vale la pena son casi 2,5 veces más felices que otros. Según una investigación de Robert Half, este es el mayor impulsor de la felicidad para las personas que trabajan en marketing y campos creativos. Hay que ser capaz de proporcionar a los empleados una visión compartida que les ayude a mantenerse enfocados en sus metas durante los buenos y los malos tiempos. Según el autor Todd Henry, "los trabajadores felices entienden por qué su trabajo importa".
  5. Un sentido de equidad: Siempre busque justicia y transparencia en su toma de decisiones. Eso significa políticas claras en torno a salarios, promociones y proyectos. Asegúrese de que los empleados se sientan escuchados y tengan la oportunidad de expresarse cuando tienen sensación de desigualdad.
  6. Relaciones positivas en el lugar de trabajo: Un sentido de camaradería en el trabajo mejora la comunicación, la cooperación y la colaboración de los empleados, y contribuye a la innovación. Según el Dr. Aymee Coget, fundador de Happiness for HumanKIND, esto comienza con un mejor liderazgo. "Cuando un gerente encarna la positividad, su influencia afecta al equipo, a los clientes e incluso a los clientes de sus clientes”.

Si bien nunca será posible para los empleadores controlar todos los factores que contribuyen a la felicidad en el trabajo, sin duda pueden ayudar a crear las condiciones adecuadas para ello. En última instancia, la felicidad es una opción, y un ambiente de trabajo positivo y saludable es un buen punto de partida. Los beneficios se verán en un trabajo de mejor calidad y con mejoras significativas en la contratación y retención de talentos.