Una de las cuestiones complejas de resolver al momento de una búsqueda laboral es la relacionada con las expectativas de renta. A la vez, esta es una de las llamadas “preguntas difíciles” en una entrevista laboral.
Para responder la pregunta hay que evaluar las circunstancias en las que se da la búsqueda de trabajo. Claro, porque no es lo mismo buscar una nueva posición con el fin de avanzar profesionalmente o por ganas de asumir nuevos desafíos, que el hacerlo en una situación de urgencia o bajo circunstancias de presión.
En consecuencia, es aconsejable tomar como base dos elementos centrales: 1) bajo qué circunstancias se está buscando trabajo y, 2) cuál es mi renta actual o la de mi último trabajo.
A partir de lo anterior, me gusta recomendar el uso de la regla general del 20/20. ¿de qué trata?, pues bien, consiste en considerar un aumento o baja de hasta el 20% de la remuneración actual o la última que se tuvo.
Es bueno saber que nuestro valor de mercado está determinado primero por nuestro sueldo mas actual, pues es lo que hoy están dispuestos a invertir en nuestros conocimientos y habilidades.
Por lo tanto, si se está buscando una nueva oportunidad, el valor central inicial debiese ser el sueldo actual o el sueldo del último trabajo. Con esto en mente, es bueno saber que nuestro valor de mercado está determinado primero por nuestro sueldo mas actual, pues es lo que hoy están dispuestos a invertir en nuestros conocimientos y habilidades.
Siempre uno puede querer aspirar a tener una mejora de salario, pero por lo que vemos en el mercado actual, se hace difícil optar a aumentos mayores al 20% para hacer este cambio. Se pueden encontrar otras cosas o beneficios no monetarios, pero en términos del sueldo parece más excepcional hacer un cambio en el mercado actual por más del 20%. Excepto, claro está, si el sueldo actual de referencia está muy por debajo del valor de mercado, por lo que el candidato, efectivamente podría encontrarse con una nueva opción de trabajo que supere el 20%.
Por otro lado, también se puede dar el caso de candidatos, que, por tener un sueldo por encima de la media, puedan tener la necesidad de flexibilizar su última renta para abrir sus oportunidades de mercado. Por lo tanto, parece razonable ser flexible hasta por el 20% menos de la renta fija, con el objetivo de poder participar en un mayor rango de procesos y en diferentes industrias.
Ahora bien, bajarse más del 20% de la última renta, podría no ser recomendable en muchos casos, puesto que los empleadores pueden sentir que no van a hacer una oferta justa o que la persona se irá ante mejores condiciones en un futuro próximo.
Finalmente, si desea evaluar su renta, conforme al mercado, puede consultar la Guía Salarial de Robert Half. Es una referencia práctica que le dará un marco sobre el cual basar sus expectativas y responder con más seguridad la compleja pregunta sobre expectativas de renta.
Contratando con eficiencia
¿Perdiste al candidato ideal por extender demasiado el proceso? El objetivo de esta página es facilitar esa etapa y entregar consejos esenciales para el éxito de un proceso de reclutamiento.