La comunicación es un punto clave para cualquier organización y es primordial saber transmitir la información de la manera más clara posible.

La mala comunicación puede generar desconfianza, conflictos e incluso rotación de personal. Por otro lado, una fuerte comunicación con los trabajadores puede ser una gran herramienta de retención. Algo clave ya que según una encuesta reciente de Robert Half, el 81% de los empleadores está preocupado por aferrarse a los mejores talentos.

La buena comunicación puede elevar la confianza, la productividad y generar lealtad. ¿Crees que algunos miembros de tu equipo parecen estar constantemente frustrados? ¿De repente surge una cantidad poco saludable de chismes de oficina? ¿Está sufriendo la confianza?
Estos pueden ser signos de que las líneas de comunicación se están congestionando. Presentamos aquí algunos consejos para solucionar el problema, o incluso mejor, prevenirlo.

Estos pueden ser signos de que las líneas de comunicación se están congestionando. Presentamos aquí algunos consejos para solucionar el problema, o incluso mejor, prevenirlo.

1. Promueve la misión y visión de la empresa

Con la nueva realidad que incluye modos de trabajo remoto e híbrido, resulta mucho más complejo generar identidad y sentimiento de pertenencia con la organización. Por esa razón, los gerentes deben asumir un rol activo y usar la comunicación para comunicar los valores, misión y visión de la empresa, ayudando así a que los trabajadores se sientan más en contacto con ella, entiendan y hagan suyos también esos valores y objetivos corporativos.

2. Conoce las necesidades de tu equipo

Si vas a estar a cargo de un equipo y le vas a exigir rendimiento y cumplimiento de metas, debes conocerlo en detalle. Para eso, debes diagnosticar qué problemas tiene cada área o individuo y gestionar las soluciones para que todos tengan los recursos necesarios para hacer su trabajo según las exigencias. Y para lograrlo, se hace vital establecer excelentes canales de comunicación donde la retroalimentación sea un aliado imprescindible y eficaz para que tu gestión sea exitosa en ese plano.

3. Conserva el flujo de información

Conserva el flujo de información Los trabajadores pueden preocuparse cuando no saben lo que sucede, creando un ambiente en el cual la especulación y los rumores abundan. Si no le das información a la gente, comenzarán las suposiciones. Esto no significa que los trabajadores tengan que saberlo todo, pero mantener informado al equipo sobre los problemas que pueden afectarlos produce una sensación de transparencia. Despeja el ambiente.

4. Mantén el acceso

Claro, tú eres el jefe y no quieres borrar la línea entre autoridad y amistad. Pero el fácil acceso es importante, especialmente en situaciones en desarrollo. Esto se puede lograr dejando la puerta de tu oficina abierta cuando sea posible y actualizando al personal regularmente.

En tiempos de incertidumbre, es posible que quieras proporcionar un tiempo para preguntas durante una reunión u ofrecer una forma de enviar preguntas anónimas que los trabajadores quieran pero teman hacer.

5. Elige el momento adecuado para el mensaje deseado

Incluso cuando la necesidad de comunicar un mensaje es evidente, el momento y el lugar para entregarlo pueden no serlo. Qué es más efectivo: ¿anunciar algo en una reunión semanal durante una conversación individual o mediante un correo electrónico de la oficina?

Considera cómo la información afectará a los trabajadores de manera individual y colectiva. ¿Es mejor acercarse directamente a un trabajador para tratar el tema del cumplimiento de los plazos o el problema es más extendido y se justifica un correo electrónico dirigido a todo el equipo?

6. Usa el tono correcto

Las palabras que eliges y tu tono de voz pueden afectar la efectividad de tu comunicación. La entrega y el enfoque son claves. No tienes que endulzar las cosas pero es mejor abordar un problema con una solución que mostrarse intimidante.

7. Cuidado con las señales no verbales

Piensa más allá de las palabras. Es probable que tus trabajadores busquen tu aprobación o al menos evitar lo contrario. El lenguaje corporal puede enviar mensajes sutiles o fuertes. Aunque estés ocupado tómate el tiempo para establecer el contacto visual adecuado o haz un gesto amistoso cuando encuentres gente por la oficina. Cuando te pregunten algo no solo digas que estás escuchando; demuestra respeto mirando a las personas mientras hablan.

Los obstáculos son una parte normal de los negocios, particularmente en un clima empresarial incierto pero la comunicación efectiva permite la transparencia y que los problemas se resuelvan de manera más eficiente.

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