Los mejores empleos son los que tienen una dinámica positiva con compañeros de trabajo. Estar rodeado de personas que te gustan, que respetas o admiras marca una enorme diferencia en tu día a día. Un ambiente así de positivo aumenta la productividad y convierte a los funcionarios en personas más leales con sus empleadores. Sin embargo, ¿qué sucede cuando te encuentras inmerso en una dinámica menos armoniosa con compañeros de trabajo?

1. Sea directo

No hay nada malo al acercarse a un compañero que se está poniendo pesado y preguntarle qué sucede. Puede ser un simple malentendido. Al acercarse y conversar educadamente, la relación tiene el potencial para mejorar sustancialmente.

2. Sea empático

Póngase en el lugar de sus compañeros. ¿Estarán enfrentando problemas personales que los ponen de mal humor? ¿Están con los plazos apretados y bajo mucho estrés? Al intentar entender al otro, puedes tener una visión sobre sus conductas y podrás administrar mejor sus particularidades.

3. No lo tomes como algo personal

Puede ser difícil no hacerlo, pero eso es realmente importante en la administración de la relación. Recuerda que la mala conducta de esa persona ya existía antes de que fuera tu compañera de trabajo y probablemente continuará así cuando ya no estés ahí. Simplemente no se trata de ti.

4. Manténte um peldaño más arriba. No se amilane: si dejas que la negatividad llegue a ti, corres el riesgo de comprometer tu productividad y habilidad para tomar decisiones. Haz todo para impedir que los compañeros de trabajo negativos te afecten.

5. Conversa con RR.HH

Si después de intentar conversar directamente con tu compañero la situación no mejoró, puedes recurrir al área de recursos humanos. No hace falta que presentes una queja formal. Estos profesionales están entrenados para tratar con conflictos de funcionarios, y poseen herramientas y consejos para mejorar o manejar la relación.

6. ¿Vale la pena?

Algunas situaciones se pueden ajustar y gestionar. Otras son tan tóxicas que te impedirán prosperar. Debes saber el momento de salir adelante. No hay que avergonzarse por hacer lo necesario por uno mismo. No solo por tu carrera, sino por la paz de tu espíritu y bienestar.