Más allá de su lado oscuro, la crisis provocada por la pandemia tiene una cara amable. Nos ha llevado a límites extremos, nos ha sacudido de nuestra zona de confort y nos ha obligado a superar situaciones difíciles, recurriendo a la creatividad y a todos los recursos que tenemos disponibles para salir adelante. Uno de esos desafíos ha sido compatibilizar el trabajo desde la casa con el cuidado de los hijos durante las largas cuarentenas que han sido la tónica de este año. Y Robert Half también ha tenido que enfrentar ese desafío.

¿Qué ha hecho Robert Half para equilibrar el trabajo y el cuidado de los hijos?

Sin duda, no existe una receta mágica para equilibrar el trabajo desde la casa con el cuidado de los hijos. Sin embargo, queremos compartir algunas recomendaciones exitosas que nuestros trabajadores han puesto en práctica en diferentes lugares del mundo:

  1. Para generar un ambiente eficiente

  • Aunque suena como una obviedad, para que todos puedan realizar sus actividades de manera eficiente, una actualización de la conexión de internet ha sido un factor común. Es la única manera de que internet responda a múltiples conexiones de forma estable.
  • De un momento a otro, la casa además pasó a ser oficina, sala de clases, área de esparcimiento, gimnasio y muchas otras cosas. Por lo tanto, organizar un espacio de trabajo se convirtió en una obligación. Incluso dependiendo del tipo de trabajo, los padres han tenido que destinar un espacio que todos puedan reservar para usarlo de forma privada cuando sea necesario hablar por teléfono o participar de una videollamada.
  • Además del trabajo y el estudio, existe una larga lista de tareas que demanda una casa. Planificar horarios para tareas domésticas, como el aseo y las comidas, asignando un momento y un encargado para hacerlas, es una práctica que generó muy buenos resultados en materia de generar un ambiente eficiente al interior del hogar.
  1. Para apoyar a los hijos

  • Al no tener la dinámica del colegio, resulta muy fácil que los niños se dispersen. Ante eso, un factor muy relevante es apoyarlos a identificar y gestionar sus actividades y compromisos, con el objetivo de evitar omisiones y ausencias.
  • Otra práctica exitosa para el manejo del día a día con los niños fue la de generar instancias de responsabilidad con relación a sus compromisos académicos, de esparcimiento para distraerse y relajarse y de autonomía, donde pudieran tomar decisiones sin interrumpir la dinámica de los padres, como por ejemplo, tener a disposición refrescos y snacks para sacar cuando lo estimaran necesario.
  • El confinamiento generó muchos momentos complicados, donde los más pequeños carecían de herramientas para manejar situaciones de ansiedad e inseguridad. Un trabajo importante por parte de los padres fue crear instancias para hablar con sus hijos y conversar sobre la paciencia y la necesidad de aprender a vivir bajo situaciones en que no se tiene libertad para salir de la casa y realizar actividades con los amigos por ejemplo, inculcando el saber ganar y perder en la vida.
  • Otro punto importante es enseñarles cómo manejar los tiempos cuando los padres están ocupados en una actividad donde no tienen que sufrir interrupciones. Gran parte de la interacción diaria de los padres se centra en llamadas y videoconferencias, por lo que es fundamental conversar con los hijos sobre las instancias donde tienen que ser capaces de esperar o tomar decisiones por sí solos.
  • Finalmente, al terminar la jornada siempre hay que generar instancias de evaluación. Reunirse a la hora de la comida, por ejemplo, para conversar con ellos sobre qué han realizado ese día, qué sienten que han aprendido, qué creen que podrían hacer mejor y mantener esa dinámica bajo la perspectiva de un mejoramiento continuo.
  1. Gestión personal

  • Dentro de las buenas prácticas para mejorar nuestro propio desempeño laboral, está el elegir horarios atípicos para revisar correos, preparar informes u otras tareas, lejos de las interrupciones del horario de oficina tradicional. Con la vorágine del día a día, encontrar esos horarios permitió mantener la productividad y eficiencia.
  • Otro factor de mucha dificultad fue hacer coincidir los horarios de entrevistas o reuniones virtuales de trabajo con las actividades de los niños. El objetivo es poder tener todo el foco en el área laboral, sin interrupciones. Para los padres que viven juntos es más simple, dado que se pueden cubrir el uno al otro. Sin embargo, muchos tuvieron que desdoblarse para lograrlo solos, lo que para nosotros es un punto de incalculable valor.
  • Las plataformas de comunicación virtual como Microsoft Teams, Zoom, entre otras, fueron quizás el principal legado que nos deja este período de pandemia. Todos tuvimos que aprender a usarlas y recurrir a ellas. Sea para trabajar o para comunicarse a nivel personal con los compañeros de trabajo, son una herramienta que probaron su valor.
  1. El rol de la empresa como apoyo

  • El rol de las empresas y sus gerentes también merece un reconocimiento a la hora de los balances. En la medida que generaron las instancias para facilitar la tarea de sus trabajadores de combinar el rol de profesionales y de padres, la adopción de una cultura de flexibilidad fue clave. Darse cuenta de que no era posible perseguir los mismos comportamientos que se producen dentro de una oficina fue un triunfo para las empresas y jefes, ya que todos tuvieron que ceder y descubrir la productividad de otra manera, con horarios distintos dadas las prioridades que todos tenían con sus trabajos y también con sus hijos a lo largo del día.
  • La transparencia en las relaciones a distancia entre jefes e integrantes de los equipos también fue fundamental. Los profesionales que son padres enfrentaron los mismos problemas en todo el mundo y la ayuda y compañerismo para superar dificultades fue un factor de éxito para quienes entendieron que esa era la solución.