Los buenos líderes también son buenos comunicadores. Finalmente, es imposible transformar una estrategia en acción sin que puedas conectarte con tu equipo, animándolos, inspirándolos y escuchando sus preocupaciones.
Dicho esto, no todos los jefes son buenos líderes y eso, muchas veces, se da exactamente cuando sus habilidades de comunicación son precarias.
Ya hemos comentado que una comunicación adecuada permite que los colaboradores entiendan mejor la cultura de la organización, se enteren de los objetivos de la empresa, piensen estratégicamente para alcanzarlos, mejoren los procesos y conozcan el propósito de la empresa y de sus trabajos. Por otro lado, una comunicación deficiente puede arriesgar todo, ya que cualquier relación se puede terminar cuando la comunicación no funciona.
¿Quieres mejorar?
Revisa algunas estrategias que te pueden ayudar a mejorar tus habilidades de comunicación:
1. Pide feedback
Este primer paso puede resultar difícil, pero necesitas descubrir qué piensan realmente los demás sobre tus habilidades de comunicación. Pídele a tu equipo, compañeros y supervisores que realicen una evaluación franca de tus habilidades de escritura, verbales y de presentación. Explica que deseas mejorar esas habilidades y que te gustaría recibir todas las críticas constructivas.
Si sientes que tus colaboradores titubean al entregar ese feedback, porque temen repercusiones negativas, considera realizar una encuesta anónima.
2. Conoce a tu público y adáptate
Las personas son diferentes y los buenos líderes deben comprender las diversas necesidades de sus empleados y adaptar sus mensajes y formato. Tus trabajadores de la generación Z pueden, por ejemplo, querer un feedback frecuente, más informal, mientras otros pueden preferir reuniones mensuales y conversaciones programadas. Entiende a tus colaboradores para que el mensaje, aunque sea el mismo, llegue y sea comprendido por diferentes perfiles.
3. Haz un esfuerzo mayor en tiempos de crisis
Una buena comunicación es especialmente importante durante grandes eventos, como una fusión, y en tiempos de crisis, por ejemplo. Pero puede ser tentador, con todo lo que debes hacer, evitar muchas reuniones y conversaciones. Sin embargo, un momento de cambio es ideal para mantener a las personas de tu lado. La falta de información puede provocar frustración, confusión y baja autoestima. Entonces, convierte la comunicación del equipo en un aspecto no negociable de la gestión de proyectos y cambios.
4. Escucha más (y más cerca)
Escuchar es una habilidad importante -no técnica- para todos los profesionales. Los miembros del equipo necesitan saber que tomarás en serio sus preocupaciones y, para eso, hay que estar atento. El escuchar activamente significa darle a otro tu atención, observando sus acciones y enfocándote en sus palabras, en vez de formular una respuesta mientras hablan contigo.
5. Debes estar disponible
En esta era de trabajo remoto, una política literal de "puertas abiertas" puede no ser relevante. Sin embargo, el concepto de mantener la puerta abierta para la comunicación aún es muy aplicable en un lugar de trabajo moderno.
Sé un jefe accesible, tanto física como digitalmente. Ofrece al trabajador muchas opciones para comunicarse contigo, sea personalmente, vía e-mail o por teléfono. Sobre todo, verifica si los miembros del equipo se sienten bienvenidos y no como si te estuvieran interrumpiendo.
Recuerda: una buena comunicación aumenta la productividad, disminuye el doble trabajo, genera buenos resultados y, sin duda, construye relaciones.